Lo primero que hay que comprobar cuando un frigorífico deja de funcionar

Si el frigorífico deja de funcionar de repente o no mantiene los alimentos tan fríos como debería, puedes acabar con comida estropeada y una factura de reparación muy cara. Pero antes de llamar a un servicio de reparación, hay algunos problemas comunes que puedes investigar. Esto es lo que puedes hacer si tu frigorífico deja de funcionar.

Esta mujer joven ha abierto el frigorífico para picotear algo de comer.

Primero, examina la fuente de alimentación del frigorífico, el cable eléctrico y el circuito. Si la electricidad está bien, comprueba la temperatura del frigorífico para asegurarte de que no se ha salido accidentalmente del ajuste óptimo. Por último, escucha si hay ruidos extraños y comprueba si hay alguna fuga de agua.

Cada pista puede llevarte al origen del problema de tu frigorífico.

Problemas comunes del frigorífico y soluciones

La mayoría de los frigoríficos son aparatos bastante sencillos, compuestos por un compresor, serpentines de refrigeración, motores de ventilador y otras piezas pequeñas. Cualquiera de ellas puede averiarse, haciendo que todo el frigorífico funcione de forma ineficaz o deje de funcionar.

Para averiguar qué es lo que falla, primero tendrás que localizar el origen del problema.

Problemas eléctricos

Si la luz interior está apagada y no parece haber corriente, hay algunas cosas que puedes mirar.

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Como el cable eléctrico está escondido detrás del frigorífico, sería muy raro que se desenchufara, a menos que lo hayas movido recientemente. Sin embargo, podría haber algún problema de alimentación. Comprueba si se ha disparado un disyuntor; si después de restablecerlo, vuelve a dispararse, podrías tener problemas más graves.

Es posible que el cable de alimentación esté dañado o sufra un desgaste normal con el paso del tiempo. Los ratones también mastican a veces los cables eléctricos. Si el cable está dañado, puedes repararlo o sustituirlo.

A continuación, utiliza un comprobador eléctrico para ver si la toma de corriente funciona correctamente. Puedes utilizar un multímetro barato para comprobar el voltaje de la toma de corriente. Los frigoríficos funcionan con 240 voltios y 15-20 amperios. Un frigorífico doméstico no necesita un GFCI (interruptor de circuito por fallo de conexión a tierra), así que no es probable que ese sea el problema.

Ajuste de la temperatura

Si el frigorífico funciona, pero la comida no está tan fría como debería o los alimentos congelados se derriten, el problema podría ser el ajuste de la temperatura interior.

El proceso normal de meter y sacar cosas del aparato puede desviar los diales de temperatura de los ajustes ideales. El rango de temperatura de un frigorífico debe ser de unos 3-4 °C. Un congelador debe ajustarse a 17-18 °C.

Algunos modelos de frigoríficos utilizan números en lugar de medidas reales de temperatura, así que comprueba en tu manual qué niveles representan los números. Por lo general, los números más altos indican temperaturas más frías.

Obstrucciones

Un exceso de comida puede ser la causa de la falta de frío en tu frigorífico o congelador. Los envases y botellas que están demasiado atrás o los paquetes apilados con demasiada densidad pueden bloquear las salidas de aire en la parte trasera del aparato, lo que puede impedir que circule el aire refrigerado. Para solucionar el problema, basta con limpiar el frigorífico.

Sin embargo, las rejillas de ventilación obstruidas pueden provocar problemas más graves, ya que cuando los sensores detectan un descenso de la temperatura, hacen que el condensador funcione con más fuerza. El esfuerzo del condensador puede hacer que falle.

Los conductos de agua también pueden bloquearse u obstruirse. Si encuentras charcos de agua en el fondo del frigorífico, el culpable podría ser un desagüe de descongelación obstruido con hielo. Puedes solucionar fácilmente este problema calentando el tubo y derritiendo el hielo.

Serpentines

Los serpentines de refrigeración están situados en la parte posterior e inferior del frigorífico y son los encargados de liberar el calor del proceso de refrigeración. Si se cubren de polvo y residuos, pueden reducir la eficacia del frigorífico. Los serpentines son fáciles de limpiar con un paño, un cepillo o una aspiradora.

Los serpentines del evaporador son un asunto más serio. Es el mecanismo responsable de liberar el aire enfriado en el frigorífico. Es natural que las bobinas se cubran de escarcha, pero hay un termostato incorporado que hace que se descongelen periódicamente y eviten la congelación.

Si el termostato funciona mal, las bobinas pueden congelarse. Hay varias cosas que pueden hacer que falle el termostato, desde los temporizadores hasta los interruptores y el compresor. No es fácil de diagnosticar o arreglar por ti mismo.

También hay un ventilador del evaporador que puede estropearse y causar chirridos. Se puede sustituir.

Compresor

Un ruido fuerte o un chirrido pueden indicar que el compresor está mal. Este dispositivo mantiene el sistema de refrigeración y suele ser difícil y caro de arreglar. La reparación requiere equipos y conocimientos especiales. Lo mejor es llamar a un servicio de reparación.

¿Cuánto cuesta reparar un frigorífico?

Los frigoríficos actuales son de alta tecnología y no siempre son fáciles de reparar por tu cuenta. Aparte de la limpieza y la descongelación, es posible que puedas hacer tú mismo algunas reparaciones poco costosas, si tienes la experiencia y las herramientas adecuadas. Las reparaciones más complejas serán más costosas.

Arreglar un frigorífico puede costar desde 50 euros hasta varios cientos, dependiendo de las piezas y reparaciones que se necesiten. Por término medio, pagarás entre 60 y 200 €. Los técnicos de mantenimiento de frigoríficos cobran entre 35 y 120 euros la hora, y algunos añaden cargos por servicio.

La reparación más cara, con diferencia, es la sustitución de la placa de control, que cuesta entre 300 y 800 €. La sustitución de un compresor también es elevada, ya que cuesta hasta 550 €, incluida la mano de obra.

Es posible que puedas comprar algunas piezas básicas del frigorífico en una ferretería. Otras piezas pueden ser difíciles de conseguir, especialmente si tu frigorífico es antiguo o está fuera de producción.

La manipulación del freón es peligrosa y difícil. Es tóxico, y si no lo instalas correctamente, te arriesgas a sufrir lesiones personales y a dañar tu frigorífico. Los técnicos deben tener una certificación de la Agencia de Protección Medioambiental para comprarlo y utilizarlo.

¿Merece la pena reparar un frigorífico?

Después de ver cuánto pagarás por reparar un frigorífico, puede que te preguntes si merece la pena. Al comparar los costes de reparación con la compra de un frigorífico nuevo, tendrás que tener en cuenta una serie de factores.

Puede merecer la pena reparar un frigorífico si es un modelo nuevo y la pieza o la reparación que se necesita es relativamente sencilla. El coste de un frigorífico nuevo oscila de media entre 600 y 2.000 euros, dependiendo del estilo y las características. Pero si tu frigorífico tiene más de 7 u 8 años, quizá te convenga comprar uno nuevo.

Reparar un frigorífico nuevo puede alargar su vida varios años. Si tu frigorífico ya ha pasado su mejor momento, o si has tenido problemas repetidos o continuos con él, los costes de reparación no te compensarán.

La decisión de reparar o sustituir viene determinada por el estilo del frigorífico. «Considerar la posibilidad de reparar» significa sopesar los costes de la reparación frente a los de la sustitución.

  • Congelador en la parte superior: Reparar si tiene menos de 3 años; considerar la reparación si tiene menos de 6 años. Sustitúyelo si tiene más de 6 años.
  • Congelador en la parte inferior: Reparar si tiene menos de 7 años; considerar la reparación si tiene más de 7 años.
  • Frigorífico empotrado: reparar

¿Cuál es la esperanza de vida media de un frigorífico?

Con tantos tipos de frigoríficos en el mercado, es posible que te sientas tentado a cambiar a un modelo más nuevo. Al mismo tiempo, para rentabilizar tu inversión, querrás utilizar el frigorífico todo el tiempo que puedas.

Un frigorífico medio puede durar entre 10 y 20 años si se limpia y mantiene adecuadamente. Los modelos con congelador superior e inferior suelen tener una vida útil más larga que los laterales.

A medida que los frigoríficos envejecen, pueden ser menos eficientes y más propensos a averiarse. Las unidades más antiguas también pueden ser devoradoras de energía. Los modelos más nuevos suelen tener la certificación Energy Star, lo que significa que han sido diseñados especialmente para ahorrar electricidad.

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